martes, 3 de junio de 2008

VIGILANCIA SOCIAL DE LA EDUCACIÓN


Hablar de vigilancia social de la educación no se refiere a la acción de masas que desarrollan las Rondas Campesinas y Urbanas; tampoco a una acción del Sistema de Seguridad Ciudadana, cuando vigilan, por ejemplo, la Plaza de Armas para que no hayan asaltos o delitos contra el ciudadano de a pie; o a una estrategia de acción de la Policía Nacional frente a un problema delincuencial sucedido en la comunidad. No hablamos de este tipo de vigilancia.

Cuando nos referimos a vigilancia social de la educación, la sustentamos en la participación concertada de la ciudadanía. La sociedad civil es fuerte cuando las personas se agrupan y organizan según sus intereses y necesidades, crean instituciones e intervienen en los espacios públicos para trabajar por el bienestar colectivo. Este ejercicio ciudadano de la vigilancia fortalece la sociedad civil porque le ayuda a establecer una relación horizontal entre la sociedad civil y el Estado. No olvidemos que la educación en el país está viviendo un proceso de descentralización y de transferencia de competencias, que abre un abanico de campos y aspectos que deben ser vigilados por la ciudadanía.

Los diferentes procesos sociales y políticos que influyen en el desarrollo educativo exige la vigilancia de campos y aspectos fundamentales como: El cumplimiento de los compromisos políticos y sociales asumidos por el Gobierno Central y Regional a partir de la aprobación del Proyecto Educativo Nacional (PEN), el Proyecto Educativo Regional de Amazonas 2007 – 2021 (PER-A), el Plan Regional de Acción por la Infancia y la Adolescencia de Amazonas 2006 – 2015 (PRAIA-A); por otro lado, la ejecución de las políticas educativas que priorizan el PEN, el PER A y el PRAIA-A.; asimismo, el uso transparente y eficiente de los recursos públicos asegurando que respondan a las prioridades educativas de Amazonas; igualmente, el desarrollo de una gestión pública transparente, eficiente, inclusiva y democrática tanto en las instancias del Estado como de la sociedad civil; además, el fortalecimiento de los espacios de participación y concertación como son los CONEI, COPALE y COPARE, establecidos en la Nueva Ley General de Educación que garanticen un nuevo modelo de gestión educativa; las acciones de incidencia social y política que generen la reflexión, movilización social y acuerdos vinculantes para mejorar la gestión; y, finalmente, la existencia de servicios educativos para grupos históricamente desfavorecidos y excluidos como la Primera Infancia, la Mujer Rural, los Discapacitados, la población indígena y los jóvenes de nuestro querido Amazonas.

La vigilancia social es abierta para cualquier ciudadano o institución que quiere asumir el reto en los ámbitos nacional, regional, provincial, distrital y local; es una obligación moral que tenemos los ciudadanos de ejercer nuestro derecho a participar de la gestión pública, establecida en nuestra Constitución Política.
El nuevo Director Regional de Educación tiene en sus manos, esta agenda prioritaria, si queremos manejar seriamente la educación de Amazonas y tendrá en la sociedad civil su aliado natural, para superar la crisis educativa que nos agobia.

SELECCIÓN SÍ PERO POR CONCURSO

El pasado mes de marzo del año en curso, tuve el privilegio de postular en el concurso para Director Regional de Educación de Lambayeque, junto con otros dos dignos amazonenses; fuimos 36 los postulantes que de diferentes partes del país nos presentamos a esa convocatoria. No gané, pero tengo que reconocer que el Gobierno del Dr. Yehude Simon Munaro hizo esta convocatoria con la más absoluta transparencia en la que participaron como observadores, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía del Prevención del Delito y el Consejo de Participación Regional de Educación (COPARE) Lambayeque.

En el departamento de Amazonas, se ha anunciado la renuncia del actual Director Regional de Educación, el Prof. Gustavo Corvera Coronel, quien en los últimos cinco años ocupó el cargo por concurso y el año 2007 previa evaluación, fue ratificada su gestión por el Consejo Regional. Frente a esta renuncia, el Gobierno Regional tiene en sus manos la oportunidad de demostrarle a la comunidad educativa y ciudadanía en general, su voluntad política de cambio para plantear una reingeniería a la actual educación regional, sumida en una crisis, que todavía no es reconocida y aceptada por las autoridades de turno.

Los amazonenses no tenemos que hacer memoria para recordar un sinnúmero de permanentes reclamos en el sector: falta de docentes, mobiliario malogrado, infraestructura inadecuada, cuadernos de trabajo para los niños y niñas a destiempo, monitoreos pedagógicos inadecuados, carencia de capacitación docente; en general, servicio educativo deficiente, que responde a una serie de factores, que este artículo no nos bastaría para abordar; sin embargo, un factor mayor que agudiza la crisis educativa, todavía no superada, es la intromisión política del gobierno de turno, cuando la designaciòn se da mediante la “dedocracia”, lo que ha sucedido en los últimos diez años con todos los directores de las Unidades de Gestión Educativa Locales (UGELs); ocupa el cargo de confianza quien no necesariamente es el mejor técnico, sino el partidario del gobernante de turno, el amigo, el compadre, es decir puro clientelaje político, que demuestra la marginal forma de gestionar la educación en nuestro departamento.

Señor Presidente, selección del Director Regional de Educación sí pero por concurso abierto, con participación de la ciudadanía organizada, con los organismos que garanticen la transparencia del proceso. Una muestra de interés y voluntad política de su gobierno, sería que convoque a concurso público este cargo de confianza y los cargos de Directores de todas las UGELs, demuestre usted su visión de estadista, si quiere realmente revertir la crisis educativa, y quienes asuman esta responsabilidad, lo hagan con las más absoluta independencia administrativa sin intromisiones de ningún tipo y todos veremos como los cambios positivos empezarán a salir.
Esperamos que por el bien de la educación, así sea, porque es el sentir no solamente de la comunidad educativa, sino de la ciudadanía en general quienes todavía confiamos en la buena fe de los gobernantes.

NI MATERIALISMO NI IDEALISMO

Fui invitado a dirigir, en calidad de moderador de debates, la Primera Asamblea Pública de Rendición de Cuentas del año 2008. Y en calidad de moderador, para ser respetuoso, consecuente y ético con ese accionar me privé del derecho a opinar y debatir en este evento de la democracia.

Gracias al diario AHORA y a los medios de comunicación que tienen la amabilidad de difundir mi columna “Prohibido no Educar”, lo hago y tengo la oportunidad de expresar mi punto de vista para que Ud., estimado lector, esté de acuerdo o no con mi pensamiento, reflexione y juntos construyamos ciudadanía efectiva, con libre derecho a opinar sobre la vida pública de nuestro país.

Creo firmemente que la democracia es el más grande derecho que tiene el ciudadano a participar libremente de la vida de un país, creo que la democracia es la más clara oportunidad del poblador a levantar la voz, a expresarse libremente sin coacción, creo que los ciudadanos de este país nuestro llamado Perú, tenemos el derecho a disfrutar de este ejercicio que nos otorga nuestra Constitución Política.

Por eso mi reflexión, que reconoce por un lado, que esta primera rendición de cuentas de la gestión de las obras y acciones realizadas por la gestión edil, sienta un claro precedente de lo que debería ser la transparencia y de otro lado la participación de la ciudadanía organizada, de las fuerzas políticas y de los ciudadanos que hacen uso de esa democracia para deliberar, opinar, debatir, cuestionar, proponer y hacer ejercicio de la vigilancia ciudadana.
Participación, ciudadanía, vigilancia social, rendición de cuentas, son entonces los conceptos que hoy sientan las bases de este ejercicio democrático, por eso ha llegado la hora de salir del cliché, ni materialismo ni idealismo, sino pensamiento libre, despercudido de dogmas y sectarismos, pensamiento renovador y constructor de ciudadanía vigilante, ciudadanía participante que exige rendición de cuentas y que contribuye al mejoramiento de la calidad de vida del hombre
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