domingo, 2 de noviembre de 2014

ANALFABETISMO SEXUAL EN NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES DE AMAZONAS


Hace algunas semanas los medios de comunicación nacional dieron a conocer la existencia de más de 200 personas infectadas con el virus del VIH – SIDA, en la provincia indígena de Condorcanqui en nuestra Región Amazonas. La cifra indicaba que el virus ha infectado a personas entre 14 y 25 años y por cada mujer infectada hay tres hombres portadores, entre ellos niños y adolescentes. La noticia, ha puesto sobre la agenda pública los verdaderos problemas que afronta el pueblo indígena, huérfanos hasta hoy de un Estado que todavía no logra desarrollar integralmente políticas sociales que beneficien a los más pobres y vulnerables. El SIDA en la zona es un claro ejemplo de una epidemia que si no tomamos medidas urgentes e integrales, corremos el riesgo de convertirla en pandemia a mediano plazo.    

Una barrera existente a la solución del problema la encontramos en las mismas políticas de salud, centralizada por el MINSA, que no toman en cuenta la diversidad de los problemas apremiantes de salud de la población, sin embargo a nivel regional tampoco las autoridades locales de salud han desarrollado alguna intervención integral direccionada a acciones de prevención para enfrentar este tipo de epidemias. Se usan ingentes cantidades de miles de soles para enfrentar los problemas con programas institucionales, cuando lo que debería hacerse es desarrollar acciones preventivas, integrales, interinstitucionales, que le costaría menos inversión al Estado y mejoraría la calidad de la inversión con resultados positivos a mediano y largo plazo.    

Pero más allá del problema visible de la epidemia en la zona, el problema es más serio, no solo está el contagio del virus y otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), sino que radica fundamentalmente en la carencia de información básica que niños, niñas y adolescentes tienen sobre el tema, ellos padecen de analfabetismo sexual, que los hacen sujetos potencialmente vulnerables a este tipo de enfermedades. Para nadie es un secreto que en el pueblo indígena, por sus mismas costumbres, las mujeres se inician precozmente en la actividad sexual y es común ver adolescentes de 14 y/o 15 años cargando un hijo en el brazo y otro por venir. El problema entonces, es más de fondo, es ausencia de estrategias comunicacionales en la escuela y la comunidad que no permiten reforzar conocimientos válidos en la población escolar.

Acabamos de celebrar a nivel nacional, “La Semana de la Inclusión Social”, se ha puesto sobre la agenda la “Estrategia Nacional de Desarrollo e Inclusión Social”, denominada “Incluir para Crecer”, promovido por sectores sociales como el MINSA, MINEDU, MIDIS, GOREA, GL, y los Programas Sociales Nacionales, Regionales y locales; esta estrategia es el instrumento de gestión válido que posibilite una intervención preventiva integral y sostenida en esta población. Enfrentemos el problema como Estado, en forma intersectorial, integral y articulada a programas del gobierno nacional, regional y local,  con estrategias no solo de atención a las personas infectadas, sino de prevención focalizando a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes; y el espacio adecuado es la escuela y la comunidad educadora, ahí donde se deben desarrollar estrategias comunicacionales que permiten reforzar conocimientos válidos en los estudiantes, acciones de prevención integrales apoyados en los enfoques intercultural, de género y de derechos, para que nuestros estudiantes estén bien informados de estas enfermedades de transmisión sexual y otros males sociales, obviamente todo depende de la sensibilidad de las autoridades y de los equipos técnicos de los diferentes sectores que se fusionen y planteen una iniciativa articuladora a nivel regional y local. Este es un serio reto de salud pública, que debe dejar de lado posiciones religiosas, éticas y tabúes sobre el tema.


El mundo ha celebrado 25 años de la Convención de los Derechos de los Niños (CDN), y según este código con rango de ley, establece el derecho de todos ellos a salud, educación y nutrición protegidas por sus respectivos Estados. Nuestras autoridades tienen la palabra.