UN COLEGIO POR Y PARA LOS MAESTROS DE AMAZONAS
Deslindes necesarios por un colegio autónomo
Deslindes necesarios por un colegio autónomo
En Amazonas existen 7,100 maestros y maestras colegiados, todos ellos nombrados, contratados, cesantes, jubilados, unos trabajan para el Estado en la escuela pública, otros para la educación privada y tanto el de escuela pública como el escuela privada, ninguno pierde su condición de ser maestro o maestra, porque sea el espacio que sea en el cual se desarrollan profesionalmente no los hace menos ni más, ni pierden su dignificación de ser maestro o profesional de la educación.
Este es un primer deslinde que queremos hacer frente a quienes hoy con diferentes caretas se presentan como defensores de los maestros o de los profesionales de la educación, cuando lo que siempre hicieron fue dividir a los maestros con sus dogmas y sectarismos y lo único que lograron fue agrandar las brechas del divisionismo entre los maestros de la región y el país.
Los maestros y maestras ya no nos dejamos engañar, tenemos que desenmascarar a quienes hoy pretenden apoderarse del Colegio de Profesores para utilizarla como tribuna política y manejarla bajo una ideología ya conocida en el magisterio amazonense y peruano. El Colegio de Profesores no puede ser utilizado para eso, más al contrario debe estar despercudido de partidarismos, de hegemonismos que siempre han hecho daño al magisterio. El Colegio de Profesores en Amazonas debe y tiene que ser una instancia que reivindique social y profesionalmente a los maestros y maestras, que no le interese su filiación política sino su condición de profesional de la educación y la superación en su ejercicio profesional es valiosa para contribuir al mejoramiento de la calidad educativa. Este es otro deslinde, un colegio como instancia técnica que ayude a sus maestros en su crecimiento social y profesional.
¿Como puedo yo hablar de capacitación, de superación profesional, si nunca me he preocupado de superarme profesionalmente? ¿Cómo puedo yo hablar de contribuir a la formación de los maestros y maestras si nunca hice el esfuerzo personal de superarme y siempre me dediqué a rechazar o emplazar todo intento de mejoramiento como si todo fuera malo? Este es otro deslinde, nosotros sí creemos en la meritocracia, sí creemos en el crecimiento profesional de los maestros, si creemos en su permanente capacitación, si creemos en el asesoramiento para ser mejores cada día, no solo como personas sino como profesionales, porque somos conscientes que tenemos una deuda pendiente con la sociedad: la credibilidad que hemos perdido ante ella. Nosotros creemos que si podemos recuperarla con un trabajo sostenido de fortalecimiento y desarrollo de capacidades para nuestros maestros, la gran mayoría, maestros que vienen apostando por el desarrollo de la región y el país.
Este es un primer deslinde que queremos hacer frente a quienes hoy con diferentes caretas se presentan como defensores de los maestros o de los profesionales de la educación, cuando lo que siempre hicieron fue dividir a los maestros con sus dogmas y sectarismos y lo único que lograron fue agrandar las brechas del divisionismo entre los maestros de la región y el país.
Los maestros y maestras ya no nos dejamos engañar, tenemos que desenmascarar a quienes hoy pretenden apoderarse del Colegio de Profesores para utilizarla como tribuna política y manejarla bajo una ideología ya conocida en el magisterio amazonense y peruano. El Colegio de Profesores no puede ser utilizado para eso, más al contrario debe estar despercudido de partidarismos, de hegemonismos que siempre han hecho daño al magisterio. El Colegio de Profesores en Amazonas debe y tiene que ser una instancia que reivindique social y profesionalmente a los maestros y maestras, que no le interese su filiación política sino su condición de profesional de la educación y la superación en su ejercicio profesional es valiosa para contribuir al mejoramiento de la calidad educativa. Este es otro deslinde, un colegio como instancia técnica que ayude a sus maestros en su crecimiento social y profesional.
¿Como puedo yo hablar de capacitación, de superación profesional, si nunca me he preocupado de superarme profesionalmente? ¿Cómo puedo yo hablar de contribuir a la formación de los maestros y maestras si nunca hice el esfuerzo personal de superarme y siempre me dediqué a rechazar o emplazar todo intento de mejoramiento como si todo fuera malo? Este es otro deslinde, nosotros sí creemos en la meritocracia, sí creemos en el crecimiento profesional de los maestros, si creemos en su permanente capacitación, si creemos en el asesoramiento para ser mejores cada día, no solo como personas sino como profesionales, porque somos conscientes que tenemos una deuda pendiente con la sociedad: la credibilidad que hemos perdido ante ella. Nosotros creemos que si podemos recuperarla con un trabajo sostenido de fortalecimiento y desarrollo de capacidades para nuestros maestros, la gran mayoría, maestros que vienen apostando por el desarrollo de la región y el país.