El turismo, como ya sabemos, dinamiza la economía, genera fuentes de trabajo y es fundamentalmente conciencia, identidad, reconocimiento a las potencialidades con que se cuenta en la diversidad de recursos históricos, culturales, arqueológicos y ecológicos que propician el desarrollo del turismo vivencial, cultural, científico, de aventura y ecoturismo.
Traemos esto a colación, porque ya estamos en el mes de octubre y las promociones de estudiantes que egresan de las instituciones educativas están terminando sus preparativos para realizar sus excursiones o paseos de promoción con motivo de la culminación de estudios o del año escolar.
Como veremos, entre octubre y diciembre del año 2008[1], la Dirección Regional de Educación de Amazonas autorizó 37 excursiones de estudiantes. De ellas solo el 23% fueron al interior de Amazonas, 69% hacia otros lugares del Perú y el 8% hacia el extranjero. Esta información pone en evidencia la necesidad de una política de promoción turística o de articular el potencial turístico a la educación lo que en la actualidad no está sucediendo, a pesar del esfuerzo que tanto autoridades y empresarios realizan para que el turismo es y sea una potencialidad generadora de fuentes de trabajo en los años venideros.
Si aspiramos a un verdadero modelo de desarrollo de la Amazonía, hay que darle la verdadera dimensión a la promoción del turismo interno, para ello el Gobierno Regional puede formular una Ordenanza Regional que en las excursiones pongan como primer lugar de destino a las zonas del interior de nuestro departamento. Existen los argumentos legales para eso, tenemos a la mano el Plan Estratégico de Desarrollo Concertado, el Plan Regional de Educación y el Plan Regional de Acción por la Infancia y Adolescencia de Amazonas, instrumentos que direccionalizan nuestro desarrollo económico, productivo y social.
Se requiere conciencia e identidad regional para aceptar que lo primero que debemos conocer y promocionar es el conocimiento del terruño, las costumbres y vivencias, etc., y eso solo es posible a través de una política intersectorial entre el sector Comercio, Producción y Educación. No queremos ser chauvinistas al plantear que no se puede visitar otros lugares del país pero empecemos por lo nuestro, para que nuestros niños y jóvenes la asuman como valor.
Para empezar de manera operativa, invoco a los maestros y maestras a replantear en sus instituciones educativas los lugares que deben visitar este año sus estudiantes. Demos el ejemplo en la acción. Podemos promover el turismo vivencial, promover paseos al interior de nuestro departamento por ejemplo al pueblo indígena de la hermana provincia de Condorcanqui. El conocimiento de sus costumbres, sus vivencias, su cosmovisión. Que los jóvenes compartan experiencias con sus pares de estos pueblos, con ello no solo lograremos una mayor identidad e integración, sino tomar verdadera conciencia de lo que significa la interculturalidad para nuestro departamento.